I
Fuiste inevitable
estampida de voces
derrumbando mis murallas.
II
Como un caracol que ha perdido su coraza
me abandoné al deseo
con las alas ajadas
irreflexiva
océanica
dando giros en el aire
para después posarme en tu piel.
III
Fue como encontrarme con un viejo amante
echar las campanas al vuelo
y fragmentar tiempo
cielos
lluvia
rodar en la miel ámbar de tus manos
en el concilio de besos que cubrió mi desnudez.
IV
Luego
como pájaros que emigran conjugamos lejanía
V
Estás al amparo que dan todas las distancias
y yo aquí
añorante
solitaria
bajo el peso de todas tus ausencias.
VI
Esta noche
rompo tu recuerdo
lo lanzo por la ventana
que vuele
que la calle se llene de palabras
que se pierda
que no proyecte más su sombra.
Ana María Vázquez Salgado
martes, 30 de octubre de 2012
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